Todos tenemos dragones contra los que pelear pero no todos nos atrevemos a plantárles cara. Te entiendo, a veces es agotador intentar respirar y ver que, simplemente, te hundes más y más. La vida no solamente es injusta, sino que muchas veces tiene un sentido del humor muy peculiar. No obstante, ante los problemas sólo se puede vivir -o mejor dicho, sobrevivir- atemorizado, o bien intentar plantarles cara. De algo así trata la leyenda de San Jorge y el dragón.
Me encanta la mitología, las leyendas y las fábulas, creo que ya lo has podido intuir. Me gustan porque me permiten soñar y evadirme de lo que la televisión me hace llegar a la retina cada día: muerte, odio, pobreza,... Prefiero tener mis cinco minutos al día en los que sueño despierto que soy un caballero y que, a pesar de las penalidades, venceré a la bestia para que, finalmente, el bien prevalezca sobre el mal, que es como debe ser.
Y sí, aún con veinticinco años creo en las hadas y elfos, y no sólo no me avergüenzo de ello sino que creo fervientemente que cualquier persona que no se permita unas gotitas de fantasía enloquecerá en este mundo tan racional, tan de hormigón y cristal. El tiempo me dará la razón.
Me encanta la mitología, las leyendas y las fábulas, creo que ya lo has podido intuir. Me gustan porque me permiten soñar y evadirme de lo que la televisión me hace llegar a la retina cada día: muerte, odio, pobreza,... Prefiero tener mis cinco minutos al día en los que sueño despierto que soy un caballero y que, a pesar de las penalidades, venceré a la bestia para que, finalmente, el bien prevalezca sobre el mal, que es como debe ser.
Y sí, aún con veinticinco años creo en las hadas y elfos, y no sólo no me avergüenzo de ello sino que creo fervientemente que cualquier persona que no se permita unas gotitas de fantasía enloquecerá en este mundo tan racional, tan de hormigón y cristal. El tiempo me dará la razón.